La idea




En un mundo donde la tendencia es llevar lo físico a lo digital, Wabi-Sabi quiere darle la vuelta y llevar lo digital a lo físico. ¿Te imaginas vivir lo que lees en los blogs de viajes antes de que nadie lo hubiera escrito? Deja de viajar como un lector y empieza a escribir tus propios viajes.

Es agosto de 2019, estamos metidos en un 4x4 horas y horas haciendo un Safari por Tanzania, y en uno de esos momentos, surgió la idea. Para poneros un poco en contexto de cómo hemos llegado hasta aquí, tenéis que saber que en este viaje tuvimos la suerte de coincidir con el fundador de una agencia de mochileros. Esta persona, nos contó como empezó cogiéndose excedencias en su trabajo como profesor para viajar cada pocos meses como mochilero por todo el mundo. Con el tiempo, sus amigos y familiares lo empezaron a tratar como una lonely planet andante y aprovechaban cualquier excusa para pedirle rutas, consejos y ayuda para organizar sus viajes. También se encontró con muchos comentarios tipo: “¡Qué envidia! Me encantaría viajar como tú, pero … no se si me atrevo”. Después de ver que este patrón se repetía una y otra vez, decidió lanzarse y convertir su pasión en su empresa. En ese momento pensamos:”¡Que pasada! Vivir viajando y además te pagan. El viaje sale mucho más barato y fomenta una filosofía más ética”. ¿Puede ser la empresa perfecta? Sin embargo encontramos dos dificultades para que un negocio así prosperase. Por un lado, la escalabilidad, si quieres hacer más viajes tienes que contratar más guías, entrenarlos y pagarles. Por otro lado, encontrar personas que les guste tanto viajar para coger un avión todos los meses y estar 14 días de trote durante mucho años no nos pareció algo fácil. Le estuvimos dando vueltas al asunto durante el camino del Serengueti al Ngorongoro (8 horas en un todo terreno dan para mucho) y se nos ocurrió la idea de Wabi-Sabi. ¿Por qué no conectar de forma física a la gran comunidad de viajeros experimentados con personas que quieran vivir estas mismas aventuras ?

Terminó el viaje y nos volvimos a casa. La idea no se iba de nuestras cabezas, pero el estrés del día a día y las horas de llegada a casa del trabajo (bastante tarde) hicieron que el tiempo pasara. Hasta el día que empezó la cuarentena por el Covid19. De un día para otro dejamos de tener “tropocientos” planes y responsabilidades a estar en casa 24/7. Decidimos tomar esta situación y transformarla en oportunidad para poder dar forma a nuestra idea. Y hasta día de hoy, que seguimos haciéndolo.